martes, 4 de abril de 2017

Experimentos sociales

Últimamente se están poniendo muy de moda los experimentos sociológicos en los medios de comunicación como internet o en cadenas de televisión, que incluso constituyen la temática de alguno de los programas de su parrilla. Me refiero a un programa de Canal Sur llamado "Gente maravillosa". Este programa consiste en la grabación de una serie de cámaras ocultas donde se muestran situaciones vejatorias e injustas contra una persona o un conjunto de personas por parte de alguien (actores y actrices), y así poder observar la reacción de las personas que observan la situación.
La semana pasada tuve la oportunidad de ver un fragmento del programa que circulaba por las redes sociales. En él se planteaba la siguiente situación:
Un supuesto "portero" en la entrada de una de una discoteca prohibía la entrada a una pareja con Síndrome de Down. Al principio les negaba la entrada, pero más tarde el portero les ofreció entrar a cambio de que la pareja pagase treinta euros. Toda esta situación  era observada por diferentes personas, de las cuales algunas ni se inmutaban ante este trato discriminatorio por parte del portero. En unos de los casos un hombre se retiró de la entrada ante la escena que estaba presenciando, pero al portero pararle y decirle que le invitaba a una consumición, a lo que éste accedió olvidando la indignación que en un primer momento sentía al presenciar dicha discriminación. Por último, un chico y dos chicas que presenciaron el momento del rechazo del portero a la pareja, hizo que una de estas chicas le plantase cara al portero y defendiera a los chicos, y ésta hasta se ofreció a hacerse responsable de la pareja dentro del local. Finalmente la cámara oculta se descubrió y el programa salió a felicitar a la chica que los defendió.
Estoy de acuerdo con la emisión de este tipo de programas y de experimentos sociales en los medios de comunicación, ya que creo que son una forma de concienciación de algo que no es tan raro, ya que desgraciadamente la gran mayoría de las veces que ocurren este tipo de tratos injustos o incluso violentos no son ficción, es la dura realidad.

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